03 Sep Amor de pareja: cada quien que lo cuente como quiera…o como pueda.

El amor, qué difícil de describir. Mil cosas podemos decir de él y aun no acercarnos a lo que significa. Cantidades de palabras usamos para hablar del amor. Muchas, muchísimas, y ninguna nos salva del silencio en el que nos hundimos cuando falta o cuando duele. Hay una que tal vez sí logre decir algo sobre él y esa es, el nombre de la persona amada. Claro que esa ya no es una simple palabra sino que es exponencialmente más. Es más porque al decir el nombre de esa persona, la palabra ya se convierte en otra cosa. Una cosa propia y a la vez lo otro, atesorada y temida por momentos, capaz de elevarnos al éxtasis y de hundirnos en la desolación. No hay universales que describan al amor. Es distinto para cada persona, incluso es distinto para la misma persona según el momento de su vida. Y la diferencia se basa en lo que cada quien puede hacer en un vínculo amoroso y no en lo que quiere que le suceda. Al amor no lo vivimos como queremos sino como podemos. Amamos desde nuestros síntomas y desde lo que nos marcó como sujetos de la palabra. Es decir, amamos con un bagaje que delimita el modo en el que nos relacionamos: estructura psíquica, relaciones anteriores, familia de origen, etc.

Difícil tarea esto de decir qué es el amor. Elijo quedarme con la idea de que no es necesario describirlo y que lo importante es tener el coraje de vivirlo. Quedará la poesía para definirlo y quedará cada persona para vivirlo como pueda. Con tranquilidad. Con alegría. Con sufrimiento. Con pasión. Con dolor. Con proyectos. Con añoranza. Con lo que pueda.
Lic. Magali Walenten